martes, 28 de agosto de 2012

Postoperatorio en casa: consejos

La mayoría de las mascotas tienen que someterse, tarde o temprano, a alguna intervención quirúrgica o procedimiento que requiere una anestesia general. Algunas de estas cirugías son de carácter preventivo (esterilizaciones, limpiezas bucales, etc.) y otros procedimientos son de carácter diagnóstico (endoscopias, estudios de resonancia o escáner, etc.). En cualquiera de estos procedimientos es importante seguir los consejos previos del veterinario: hacer un buen  postoperatorio en casa es importante. Los cuidadores del paciente deben seguir al pie de la letra todas las recomendaciones del veterinario, que serán diferentes y particulares según cada caso. Independientemente del procedimiento, podemos ofrecerte algunos consejos generales para poder realizar un buen postoperatorio en casa:


Ayuno: Se debe mantener el ayuno tanto líquido como sólido hasta que tu veterinario lo indique. En el momento que se permita la alimentación, los pacientes deben estar vigilados porque al venir de un ayuno previo pueden ingerir la comida con ansia, resultando perjudicial para su aparato digestivo.

Medicación: Se debe seguir puntualmente las pautas de medicación que tu veterinario indique para evitar el dolor posquirúrgico o las posibles infecciones. Debes notificar a tu veterinario si existe cualquier dificultad para administrarle la medicación. Algunos pacientes, especialmente los gatos, son difíciles de manejar a la hora de medicar. En estos casos consulta a tu veterinario antes que parar el tratamiento médico.

Precaución: Se debe evitar que la mascota se lama o chupe las heridas quirúrgicas. Aconsejamos que los pacientes, en general, utilicen los collares isabelinos (cabezales de plástico) que se colocan para evitar que alcancen a lamerse las cicatrices. Así se evitan posibles infecciones o desgarros de los puntos de sutura.

Comodidad: Se debe procurar que la mascota descanse en una cama o cuna cómoda y acolchada evitando el contacto con el suelo frío, sobre todo en invierno y en perreras o jaulas localizadas en el exterior de la casa.

Reposo: Se debe evitar que el paciente corra, salte o juegue con otras mascotas durante el posoperatorio más inmediato (unos 10 días después). Procura sacar a pasear a tu mascota siempre con correa corta y preferiblemente paseos frecuentes pero cortos y relajados.

Alimentación: Se debe vigilar que la mascota coma y beba de forma adecuada como antes de la intervención, así como vigilar que realice sus necesidades con frecuencia. Puede ser que el veterinario indique un cambio de alimentación debido a la patología y este cambio pueda ocasionar cierto rechazo del animal al principio. Realice un cambio progresivo siguiendo las indicaciones de tu veterinario.

Baños: Se debe evitar que la mascota se bañe o se moje durante el postoperatorio, sobre todo si se le han realizado suturas o si lleva algún tipo de vendaje. Por el contrario, el cuidador debe procurar que las heridas se mantengan limpias y secas siguiendo las indicaciones del veterinario. En caso de los vendajes, hay que comprobar que estén secos, limpios y no demasiado apretados. No cambie nunca un vendaje a su mascota.

Siempre alerta: Si el paciente es una mascota de elevada edad, cachorro o muy joven, se debe prestar mayor atención durante el postoperatorio porque sus necesidades son más especiales. Nadie como tú conoce el comportamiento de tu mascota. Cualquier cambio en el comportamiento habitual puede estar indicando que el postoperatorio no está progresando adecuadamente. El hecho de que la mascota no quiera comer o beber, no haga sus necesidades, no quiera salir a pasear, se quiera lamer insistentemente las heridas o vendajes o simplemente que “están tristes” puede ser indicativo de que algo no va bien (un postoperatorio inadecuado): dolor intenso, infección secundaria, que la medicación no le esté sentando bien o que esté sufriendo alguna complicación inesperada como una hemorragia interna, entre otras. Ante estas situaciones, no esperes a la visita de revisión y llama a nuestro hospital lo antes posible.

lunes, 20 de agosto de 2012

¿Cómo se debe preparar tu mascota antes de pasar por el quirófano?

Ayuno: el paciente tiene que acudir a la cirugía con al menos 12 horas de ayuno de alimentos sólidos y 2 horas al menos de líquidos. En caso de cachorros y exóticos, consultar con el veterinario.

Higiene corporal: dar un baño las 24-48 horas previas a la cirugía, es recomendable para reducir riesgos de infección. Otro baño a las 24/48 horas de la retirada de los puntos. Si desea realizarlo en nuestra peluquería llevarán un 15% de descuento sobre el precio normal.

Higiene bucal: una mala higiene bucal puede interferir en la recuperación y cicatrización de muchos procedimientos quirúrgicos por lo que se realizará un chequeo bucal y se informará de la necesidad de realizar una limpieza de boca previa.

Desparasitación: deben venir libres de parásitos externos, para lo cual se deben administrar pipetas tópicas al menos 48 horas antes de la cirugía (además tener en cuenta que una vez aplicada la pipeta no se debe bañar al animal en el mismo tiempo indicado anteriormente). También podemos realizar la desparasitación externa mediante la administración de comprimidos (Comfortis/Capstar) con la última comida que haga el animal antes de la cirugía.
Así mismo es importante que también estén libres de parásitos internos, para lo cual se administraran los antiparasitarios pertinentes en caso de que el animal no tenga la desparasitación al día.

Paseo: es aconsejable pasear al animal antes de su al llegada al Hospital, para que pueda orinar y defecar previamente a su ingreso para la cirugía. Solo se evitara en los casos en los que veterinario lo indique expresamente, cuando sea necesario realizar análisis urinarios para los chequeos preanestésicos.

Rasurado obligatorio de la zona quirúrgica: es realizado por el personal del hospital antes de entrar a la cirugía. Será el cirujano el que decidirá la extensión de la zona a rasurar. Igualmente se rasurará el miembro por donde discurre la vena a canalizar para la fluidoterapia.
Hospitalización: para el periodo de hospitalización se pueden aportar mantas, camas y juguetes para hacer lo más cómoda y agradable la estancia con nosotros.

Medicaciones: es muy importante antes de ingresar para cirugía informar a su veterinario de las medicaciones que toma el animal y a qué horas se han administrados para evitar interferencias con otros medicamentos preanestésicos.

jueves, 16 de agosto de 2012

Anestesia: preguntas frecuentes


¿Por qué debe ser anestesiado su animal?

Además de las intervenciones quirúrgicas, hay una serie de procedimientos que necesitan una tranquilización o una anestesia general: es necesaria la inmovilidad durante un tiempo determinado para procedimientos que no serían tolerados por el animal si estuviera despierto o intranquilo.

¿El paciente sufre dolor?  
Se emplean diversos medios para evitar cualquier sufrimiento del animal, como la administración de medicamentos analgésicos. Esto es en la mayoría de los casos suficiente, pero en ciertos procedimientos se pueden combinar con anestesia loco-regional realizada antes de la intervención quirúrgica para asegurar el confort óptimo.

¿Para qué sirve la consulta preanestésica?

Toda anestesia o tranquilización necesita una exploración previa durante la cual pueden realizar todo tipo de preguntas. La elección del tipo de anestesia se determinará en función del tipo de cirugía, el estado de salud y el resultado de los exámenes complementarios.

¿Cómo es la preparación para una anestesia?
Los pacientes deben permanecer en ayuno de comida durante al menos 8 – 12 horas antes del procedimiento. Tras revisar las constantes vitales del paciente, se realizan las pruebas preanestésicas necesarias en cada caso como son análisis sanguíneos y de orina, electrocardiograma o radigrafías para reducir el riesgo anestésico en la medida de lo posible. Se instaura fluidoterapia y seguidamente se procede a la sedación y anestesia del paciente mediante un equipo de anestesia inhalatoria.

¿Cuáles son los riesgos anestésicos?

Todo acto anestésico conlleva un riesgo. Este riesgo depende tanto del estado de salud del animal como del proceso médico y/o quirúrgico por el que se produce el acto anestésico. Este riesgo se clasifica en una escala del 1 (leve) al 5 (muy elevado). Algunos animales muy nerviosos o agresivos, así como la conformación de algunas razas, pueden aumentar el riesgo anestésico.

Las complicaciones imprevisibles pueden poner en riesgo la vida del animal, como una parada cardíaca o una alergia a cualquier fármaco o excipiente sin que exista negligencia por parte del anestesista. La existencia de estos riesgos debe ser entendida y aceptada por los propietarios.

Después de la cirugía su animal puede presentar zonas rasuradas que permiten la visualización y el acceso limpio a las venas por las que se inyecta el fármaco anestésico. Un tubo se introduce en la traquea para facilitar la respiración y administración de los vapores anestésicos. Esto puede dar lugar a una tos temporal algunos días después de la anestesia. La recuperación debe ser en un lugar en silencio, templado y en reposo, recomendando siempre la hospitalización de la primera noche para un mayor control de sus constantes vitales.

jueves, 9 de agosto de 2012

Neuroanestesia y neuroanalgesia: Cirugía intracraneal o trauma craneoencefálico


La presión intracraneal (PIC) es la presión que ejercen los tejidos y fluidos contenidos en el cráneo. El cráneo no es extensible así que el aumento de volumen en los componentes intracraneales, ya sea parénquima, sangre o líquido cefalorraquídeo, aumentan la PIC, con la consiguiente reducción del flujo sanguíneo cerebral (FSC) y posible isquemia tisular. El FSC depende directamente de la presión arterial sistémica, concretamente de la presión arterial media (PAM), de tal manera que si la PAM disminuye encontraremos vasodilatación y si aumenta encontraremos vasoconstricción cerebral. Este mecanismo autorregulador funciona de manera eficaz solo cuando la PAM se mantiene entre 50 – 150 mm Hg y bajo condiciones fisiológicas normales. La diferencia entre la PAM y la PIC nos proporciona la Presión de Perfusión Cerebral (PPC), necesaria para asegurarnos un correcto FSC. De tal manera que si la PIC aumenta por un traumatismo craneoencefálico, la PAM deberá aumentar consecuentemente para mantener la PPC y por tanto el FSC. Durante los procedimientos anestésicos, una de las principales complicaciones es la hipotensión.

Esta vasodilatación puede provocar que se desestabilice esta diferencia y provocar caída de la PPC y por lo tanto isquemia cerebral.

PPC = PAM - PIC

El FSC es muy sensible los cambios en la presión parcial de CO2, así la hipercapnia provoca vasodilatación cerebral y aumento de la PIC, mientras que la hipocapnia produce vasoconstricción y disminución del FSC. Por ello, los pacientes con un aumento de la presión intracraneal deben hiperventilarse ligeramente hasta conseguir una PaCO2 de unos 30-35 mmHg, pero sin prolongarse en el tiempo debido al riesgo de hipoxia cerebral.

El objetivo de la ventilación mecánica es mantener la PaCO2 dentro de la normalidad (35 – 40 mm Hg). Debido a todas estas consideraciones, el control de la presión arterial y la ventilación es de suma importancia en estos pacientes.

La mayoría de los anestésicos producen una disminución del gasto cardíaco y de la presión arterial, repercutiendo así en la disminución del flujo sanguíneo cerebral. El propofol y los barbitúricos son los más usados en traumatismo craneoencefálico debido a que proporcionan neuroprotección. Esta ventaja es producida por la reducción de los requerimientos de oxígeno cerebral, vasoconstricción cerebral, reducción de la PIC y protección frente a los neurotransmisores excitatorios inducidos por el daño cerebral. 

Extracto del artículo científico 'Neuroanestesia y neuroanalgesia' escrito por nuestros compañeros Angeles Guisado y Gaspar Soler, responsables del Servicio de Anestesia y Analgesia del Hospital Veterinario Guadiamar.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Neuroanestesia y neuroanalgesia: Cirugía espinal


La lesión medular puede provocar hipoventilación con la correspondiente hipercapnia, vasodilatación y aumento del riesgo de sangrado. Es por ello que dentro de las consideraciones anestésicas de estos pacientes, se recomienda el uso de ventilación para mantener los niveles de CO2 en normocapnia, evitar o reducir el uso de fármacos vasodilatadores, reducir la presión abdominal (vaciado de vejiga favorece el retorno venoso y disminuye el riesgo de sangrado) y mantener la cabeza en igual plano que el cuerpo ya que si están en posición declive favorecemos el riesgo de hemorragia. Existen procedimientos que requieren de una posición especial del paciente como es el slot ventral. Hay estructuras importantes como el tronco vasovagal, tráquea o esófago que se pueden ver afectados por la retracción del cuello y manejo quirúrgico, encontrando complicaciones como bradicardia o hipotensiones severas. En el momento de inducción, existen patologías como la luxación atlantoaxial, donde hay que poner excesivo cuidado en la manipulación del cuello debido al riesgo de desestabilización de la lesión. La sedación ocupa un papel fundamental ya que si nos encontramos frente a un paciente con fractura/luxación de columna, será extremadamente importante mantenerlo inmóvil con el fin de no agravar los síntomas y el pronóstico. El uso de agonistas α2 combinado con un opiáceo puro nos proporciona una buena sedación y analgesia al mismo tiempo.

En cuanto a las particularidades analgésicas debemos de reseñar dos cosas fundamentales:

1.- Son pacientes que ya tienen el dolor instaurado lo que dificulta el control y manejo del dolor.

2.- Las patologías espinales cervicales son más dolorosas que las patologías lumbares.

La compresión de tejido neuronal, fracturas o luxaciones producen un alto grado de dolor, que debe ser tratado lo antes posible para facilitar el manejo perianestésico.

A nivel intraoperatorio aconsejamos la utilización de opioides de rápida y corta acción como el fentanilo y el remifentanilo; la utilización de ketamina en bolos o en infusión continua está más que aconsejada (0,5 mg/kg/hora); la inclusión de lidocaína bien en bolos como en infusión continua puede ser de gran ayuda en estos procedimientos. La utilización de mezclas analgésicas en infusión continua es también muy aconsejable. Con ellas proporcionamos una analgesia multimodal continua sin variar las concentraciones plasmáticas durante el procedimiento. Con esta técnica disminuimos las necesidades anestésicas del paciente hasta un 45% y podemos trabajar con porcentajes de isofluorano o sevofluorano muy por debajo de la CAM. Son muy frecuentes el uso de cócteles analgésicos a base de fentanilo-lidocaina-ketamina, morfina-lidocaina-ketamina, medetomidina-fentanilo-ketamina y dexmedetomidinafentanilo-ketamina.

Son aconsejables el empleo de técnicas loco-regionales como la epidural o técnicas de bloqueos espinales; la más utilizada es la combinación de fármacos opioides y anestésicos locales por vía epidural , proporcionando un bloqueo sensitivo además de un bloqueo motor. Cuando se utilizan anestésicos locales se aconseja que vayan acompañados con adrenalina como vasoconstrictor para favorecer una absorción más lenta y un efecto más duradero.

Extracto del artículo científico 'Neuroanestesia y neuroanalgesia' escrito por nuestros compañeros Angeles Guisado y Gaspar Soler, responsables del Servicio de Anestesia y Analgesia del Hospital Veterinario Guadiamar.