La interactuación que se
desarrolla entre los animales domésticos como son los perros y los niños genera una serie de
actitudes que repercuten con el entorno familiar.
Según un estudio se demuestra
que:
-los niños de
2 a 3 años
tienen más probabilidad de tener conductas más agresivas con sus mascotas.
-de
3 a 4
años, la tendencia cambia de forma que suelen acariciar a sus mascotas.
-de 5 a 6 años, generalmente
abrazan, estrujan y masajean, lo cual supone un contacto más concienciado y patrones de
relaciones sociales empáticas.
Estos cambios van acompañados de
los cambios que padecen los niños durante el desarrollo de los patrones de
interacción con los familiares y cercanos.
Si tenemos en cuenta la compañía,
el cariño y el afecto, los niños que crecen con animales en su casa tienden a cambiar
la conducta con animales de sus amigos o vecinos, actuación que se iguala al
afecto entre familiares cercanos, como hermanos, y otros más lejanos, como abuelos.
Con esto, somos capaces de ver,
que una mascota es capaz de educar de un modo social a un niño, puesto que
desarrolla las capacidades de relación mencionadas anteriormente, permitiendo
aprender y estructurar conductas.
Beneficios de tener mascota con
niños:
-Disminuye
el stress
-Mejora
el autoestima y bienestar psicológico
-Disminuye
las afecciones psicosomáticas
-Incremento
de la actividad física
-Regulación
del ritmo cardíaco
-Al pasear al perro aumenta las
relaciones sociales
-Desarrolla un papel de protección
-Invita
a imitar su rol de cuidador
-Se
crea una relación de confianza
-Proporciona
aceptación
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